jueves, 21 de febrero de 2008

Y el mago se hizo mayor


De entre los innumerables trucos que aparecen a lo largo de la saga Harry Potter, destaca uno por encima de todos: el sortilegio para encantar a millones de lectores de todo el mundo. Ha logrado que muchos niños pidan un libro para reyes, y que lo prefieran a la televisión, y que hagan colas en el supermercado para hacerse con ejemplares en inglés que, para su comprensión, requieren un esfuerzo extra, impensable en otras obras.


Esta tarde a las 18.30 llega a las librerías españolas la séptima y última entrega de este universo mágico en catalán, gallego y castellano. Mezclando intriga, misterio, humor, fantasía, sueños y un afilado sentido de la justicia, la británica J.K. Rowling se ha hecho un hueco en la historia de la literatura. Desde que la saga se iniciara hace nueve años, la joven escritora ha cosechado más de 325 millones de ejemplares vendidos de los seis primeros libros, en 64 idiomas. Eso sin contar el éxito de las cinco películas basadas en las novelas del mago que ya se han estrenado, y que han derivado, además, en una cadena sin límite de merchandising y de ingresos millonarios que culminarán con un parque temático en Inglaterra.


La pócima del éxito es un misterio, si bien es cierto que resaltan algunos ingredientes que la escritora J.K. Rowling ha sabido manejar a la perfección, como son un amplio conocimiento de la mitología, una proximidad hacia lo esotérico y lo sorprendente, etcétera. Las capacidades literarias de la escritora, además, son innegables. La estructura de todos los libros es impecable, con una fórmula que engancha al lector desde la primera hasta la última página (que puede ser la página 700, perfectamente, una montaña para un niño acostumbrado a la televisión). Además, todos los libros conforman una macroestructura que culmina en el desenlace de este séptimo libro.


Con el pasado de Harry Potter aún con algunas lagunas, con la muerte inesperada de un personaje clave y mentor en el sexto libro, con el giro dramático de algún personaje que parece ser traidor y con la batalla final entre Harry Potter y Lord Voldemort (enésima reencarnación de la disputa entre el bien y el mal); ya no hay excusa para no acabar de una vez con una espera que se ha hecho demasiado larga. No sólo es una espera literaria. Creo que para muchas personas de nuestra generación esta entrega supondrá la última lectura de novela juvenil.

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